LOS REFLEJOS DEL BEBÉ
Los
reflejos del recién nacido son actos totalmente involuntarios, que van
desapareciendo con el tiempo.
La
presencia e intensidad de un reflejo es una señal importante de funcionamiento
y desarrollo neurológico.
Muchos
reflejos en los bebés desaparecen a medida que el niño crece, aunque algunos
permanecen a lo largo de la vida adulta. La presencia de un reflejo en un bebé
después de la edad en la que normalmente desaparece puede ser un signo de daño
cerebral o daño al sistema nervioso.
Estos
reflejos le permitirán realizar acciones sorprendentes que, aunque ahora no
tienen utilidad, sirven a los especialistas para valorar su vitalidad y su
estado de salud neurológico.
Los reflejos se clasifican en:
REFLEJOS PRIMARIOS: Si pasados los 6 meses persisten, evidencian la inmadurez del sistema nervioso y pueden impedir el adecuado desarrollo de los reflejos postulares posteriores, equilibrio, enderezamiento, caminar, etc.
REFLEJOS SECUNDARIOS: son aquéllos que aparecen posteriormente a lo largo de los primeros meses de la vida del bebé. (Tango, 2013)
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